El estudio del Palauet Nolla tenía como objetivo principal el conocimiento exhaustivo del monumento en todos sus aspectos: histórico, arquitectónico, artístico, social, e industrial. Asimismo, se pretendía conocer su estado de conservación, las obras que era necesario acometer para su recuperación y una propuesta de posibles usos. Toda esta información conformaría el núcleo del Plan Director para la recuperación del edificio.
Se creó un equipo interdisciplinar ad hoc, de expertos en las diferentes vertientes a abordar para realizar el estudio exhaustivo. Así, se hizo un levantamiento de gran precisión del edificio, se estudiaron sus sistemas constructivos y su estratigrafía, se catalogó su decoración cerámica, su carpintería, sus pinturas y, por supuesto, sus mosaicos.
Los primeros resultados de dicho estudio se hicieron patentes incluso antes de concluir los trabajos de investigación. El riguroso levantamiento de los elementos decorativos y arquitectónicos – y en particular de los mosaicos cerámicos – así como el profundo estudio de fuentes históricas, permitieron poner de manifiesto el relevante papel desempeñado por el Palauet Nolla en las historias de Valencia y de España durante la segunda mitad del siglo XIX. El redescubrimiento del conjunto de mosaicos que alberga el monumento constituyó una verdadera revelación, tanto por su carácter único en cuanto a superficie y calidad, como por el significado social e industrial que de ellos se desprendía.
El Palauet Nolla dejó entonces de ser un sencillo edificio histórico de la huerta valenciana, para recobrar el lugar privilegiado que había tenido en el pasado, cuando pasaron por sus salones los Reyes de España, los Romanov, los Hohenzollern, Blasco Ibañez o el General Prim, todos interesados en la fabricación de la que constituye una de las cerámicas de mayor calidad jamás producidas: el mosaico Nolla.
Si la fábrica de D. Miguel Nolla Bruguet supuso un hito a nivel internacional, cuyo éxito situó al pequeño municipio de Meliana en el mapa mundial, el Palauet era asimismo el símbolo de semejante empresa, dado que entre sus muros se hospedó gran parte de la alta sociedad europea de la época, con el fin de admirar a escala real las infinitas posibilidades estéticas de dicho producto.
Aunque el Palauet Nolla constituyó en su momento una referencia conocida en toda Europa, el abandono amenazaba con su desaparición definitiva. Un estudio realizado con el máximo rigor sentaría las bases para su restauración como símbolo del rico legado artesanal de Meliana.
El estudio realizado fue galardonado por el prestigioso European Prize for Cultural Heritage / Europa Nostra Award en el año 2012.