La ermita del Santo, o también llamada de San Roque, es uno de los edificios más antiguos y simbólicos del municipio de Puebla de San Miguel, se encuentra exenta dentro de una parcela de cultivo, confiriéndole una perspectiva de cierta majestuosidad. La tipología de planta rectangular dividida en dos tramos, nave y presbiterio. La división se efectúa con un arco diafragma carpanel que apoya directamente sobre dos contrafuertes, visibles desde el exterior. La cubierta es a dos aguas con estructura de pares de madera y teja árabe. La parte frontal posee un porche con cuatro columnas que apoyan en un muro delimitando el espacio cubierto y lo protege del exterior. El mismo tipo de columna encontramos en el vano de entrada, adintelado y que conserva la reja de madera que permitía observar las ceremonias desde el exterior. En el frente principal del porche, la cubierta se solucionaba con cercha a cuchillo. Sus fachadas están realizadas de mampuesto y sin aberturas al exterior, resguardan su espacio interior de las inclemencias atmosféricas, se mantienen en correcto estado de conservación.
Las obras de intervención se centraron en la cubierta. Contaba con otro tipo de patología relacionada con eflorescencias y pérdida superficial de enfoscados en sus fachadas y paramentos interiores, pero debido a la falta de mantenimiento, la cubierta ha sido la más afectada. La rotura de parte de las tejas o la desaparición de las mismas, ha provocado la filtración y entrada del agua de lluvia. Eso ha inducido que se produjera un lavado de la capa de barro y paja de asiento y agarre de esas tejas, colando por entre las tablas de apoyo. Además, el mayor problema de la nave se encontraba en el apoyo de sus vigas de cumbrera sobre el arco diafragma. Su geometría provocó que la transmisión de las cargas de la cubierta y por tanto, de los apoyos de las vigas cumbreras sobre dicho arco, ejercieran un mal esfuerzo en los puntos de apoyo. El arco se encontraba en colapso estructural.
Todos esos elementos fueron restaurados, con la retirada previa de la teja (en gran proporción reutilizada), retirada del barro de base y la tabla. Posteriormente la retirada de los pares que, dejando descubierto el arco diafragma, permitió desmontar el relleno de mampostería que compone el propio arco, hasta llegar a las dovelas. Éstas fueron levantadas y se colocaron posteriormente. La cercha que compone la fachada principal de la ermita fue reconstruida con la solución constructiva histórica correspondientemente correcta. Los pares fueron sustituidos en parte por madera nueva, así como se hiciera con toda la tabla.