Los molinos son una parte importante de nuestro territorio. Tienen un recorrido en la historia de la humanidad de más de varios milenios. Hasta bien entrado el siglo XX, el sistema de ruedas, dientes, linternas y la apropiación de los recursos hídricos y eólicos como fuerza motora ha sido el sistema básico de manufactura de cereales en la vida rural.
Actualmente en desuso debido al avance tecnológico y a la aparición de nuevos sistemas más eficaces de molienda, los molinos ya no se utilizan para la función para la cual fueron diseñados y creados. Por ello se están perdiendo, lo cual supone no sólo una pérdida de nuestro patrimonio agroindustrial, sino también la pérdida de una parte muy importante de nuestras raíces y de nuestra historia.
La difusión de sus sistemas funcionales es una gran oportunidad de poder recordar y reactivar la producción artesanal y tradicional. En nuestro caso, la oportunidad de trasladar la tradición productiva (y constructiva) relacionada con los molinos a la sociedad, lo que implicaría recuperar un mecanismo sencillo que ha sabido hacer frente al paso del tiempo y en muchos casos también al abandono.
Con el paso del tiempo, la pérdida de la función primigenia de producción del molino harinero le ha llevado a la pérdida de su identidad original, y por consiguiente al desconocimiento de su funcionamiento e importancia de todas las partes de la edificación.
En muchas ocasiones, esa falta de conocimiento hace que las intervenciones de “recuperación” de esas edificaciones tradicionales se basen en restauración estructural del contenedor, y en muy pocas ocasiones la recuperación del alma del molino: su maquinaria.
Tras una explicación de la distribución y del funcionamiento de un molino (sea de viento o con tracción de flujo de agua), cada participante elabora una maqueta. Primero la construcción del contenedor de molino. La parte arquitectónica, la recuperada en todas la intervenciones arquitectónicas.
Posteriormente se (re)Conoce del mecanismo del molino: La tolva, el morenillo, la polea motriz, el tambor, la rueda catalina, la linterna…Todos ellos conceptos nuevos para los participantes, y se convierten en los elementos que van a entender, ensamblar y hacer funcionar. La actividad finaliza con su puesta en funcionamiento, en la que pueden imaginar en vivo la carga del cereal, observan los giros de las aspas, la rueda, el cambio de dirección de la linterna y la molienda y final salida de la harina.
El funcionamiento pues de los molinos es un mecanismo sencillo pero altamente eficaz y con múltiples aplicaciones en el desarrollo de las nuevas capacidades inclusivas en la educación como son la tecnología y la robótica.
Objetivos conceptuales:
– Ampliar la noción de Patrimonio preindustrial y las consecuencias en nuestra sociedad de los mecanismos milenarios de producción
– Implementar los conocimientos ye nuevas capacidades inclusivas como la tecnología y la robótica
– Adquirir indicadores que nos trasladen a nuestras raíces, alcanzando un conocimiento histórico, sobre los objetos y mecanismos
– Apropiarse del patrimonio rural etnológico
– Manifestar respeto por el trabajo de oficios tradicionales
Material didáctico:
Cartones precortados, DM corte laser, tubos de cartón, pinceles, palos de brocheta, lana, pegatinas, plantillas precortadas, pintura, cola blanca…