Para enseñar a nuestros pequeños las riquezas culturales de nuestro pueblo se ha diseñado este taller de construcción de barracas valencianas. Porque, ¿qué hay más reconocible de nuestros paisajes que esta típica construcción de cubierta escarpada a dos aguas?
La barraca tiene planta rectangular con una superficie de 6’50 x 10’50 metros. La fachada principal es uno de los lados cortos y está orientada a SE, tiene la puerta a un lado y una pequeña ventana al otro. La fachada posterior en algunos casos es ciega y en otros tiene una pequeña puerta de salida al corral.
La barraca quedaba emplazada de manera dispersa en la huerta abasteciéndose de agua por medio de pozos. No solían unirse formando agrupaciones debido al alto riesgo de incendio al que están expuestas. Aunque también se encontraban agrupadas en el barrio del Cabanyal, conformando la tipología de urbanización que todavía persiste.
A principios del siglo XX la teníamos en el margen de la Albufera y en toda la huerta, donde los pescadores vivían de la anguila, el arroz y la chufa, marcando la economía. Las barracas, y con ellas el oficio de barraquer, han ido desapareciendo y en su lugar se han construido pequeñas casas que siguen manteniendo la forma pero no la naturaleza de sus elementos constructivos, utilizando en la actualidad materiales procedentes de la industria, reafirmando la poca conciencia que tiene la sociedad de conservación del patrimonio popular que nos identifica como pueblo. Hoy día sólo unos cuantos ejemplos perduran, de ahí la importancia de conservarlas.
Jugando a construir. En este caso una maqueta de la barraca valenciana tradicional. Una pequeña reproducción donde, intentando trasladar la mayoría de los materiales constructivos tradiciones, se adquieran conceptos nuevos de la vivienda tradicional. Al mismo tiempo se conversa sobre la barraca de verdad, la de la huerta, El Palmar y la Albufera, incluso también en la zona murciana…. y donde finalmente se trabaja también el espacio exterior próximo a la barraca ya que existen construcciones auxiliares en la barraca de huerta; un banco de mampostería adosado a la fachada principal, un espacio delantero donde se ubica el pozo de agua y espacio de recreo exterior, que se cubren con un emparrado dispuesto sobre un soporte de caña y madera que proporciona sombra en verano, la sebera o almacén de cebollas construido en madera incluso un horno de pan exterior de forma semiesférica.
Una manera de conocer nuestras riquezas culturales, unas construcciones tan de aquí como son las barracas valencianas, un legado que está en peligro de extinción.
Objetivos conceptuales:
– Volumen construido: vivienda y espacio exterior asociado
– Se refuerzan los conceptos como la escala, la relación de tamaño entre elementos.
– Importancia de los materiales autóctonos y la funcionalidad de los mismos
Material didáctico:
Cartulina, cartones precortados, yeso y vendas de escayola, pintura de dedos, lápices de colores, tela, cola blanca, tijeras, plantillas…