Los oficios tradicionales son una parte muy importante en la historia de nuestro patrimonio. El saber-hacer de las técnicas constructivas, a través de sus protagonistas, está ligado al patrimonio material e inmaterial de nuestros monumentos. Por ello es tan importante salvaguardar las técnicas (los oficios, por ello patrimonio inmaterial) así como se hace con los propios monumentos, resultado material de los anteriores.
La técnica del mosaico adquirió gran difusión en el Imperio romano, llegando a su máximo esplendor en la arquitectura bizantina, a partir del siglo V, con la utilización de teselas de vidrio coloreadas que se aplicaban a muros, bóvedas y cúpulas. El Modernismo recuperó la tradición clásica de mosaicos.
Una de sus variantes, el trencadís, caracteriza alguna de las mejores obras de la arquitectura modernista. A partir de los años sesenta del siglo pasado, se reinventó a través del mosaico de gres: un revestimiento vertical estandarizado a base de piezas regulares y pequeñas y que permitió la introducción del color en los edificios. Se lo conoció con el nombre de gresite™.
En nuestra propuesta, con el fin de crear un vínculo sensitivo con los participantes, aportamos una visión contemporánea de las técnicas que les enseñamos. En ese caso, el ejemplo del artista francés Invader (nombre también conocido por el famoso videojuego de los años 80, “Space Invaders”) nos ayuda a llevar al terreno urbano, cotidiano y fácilmente reconocible una técnica antiquísima recuperada en la actualidad para el arte urbano.
Objetivos conceptuales:
– Mostrar una visión panorámica de lo que es el mosaico
– Estimular el sentido artístico y creativo
– Estética y la composición, tales como los usos de las formas (figura y fondo) y el color
-Trasladar las técnicas antiguas al arte contemporáneo
Material didáctico:
Cartón, teselas, plantillas, cola especial para vidrio…